viernes, 14 de octubre de 2011

No quiero

Quítate de mi vista.

No quiero verte, no quiero tocarte, no quiero sentirte.
No quiero envolverme en ti de nuevo.

No otra vez.

No quiero depender de ti y de tu cariño.
No quiero despertar cada mañana y revisar mi teléfono, esperando tener un mensaje tuyo.

No quiero necesitarte.

Ya sé de qué va esto: Yo me enamoro, y de ti desaparece aquello que atrajo mi atención.

¡Vamos! ¡Lárgate!

Tienes dos minutos para recoger tus cosas y marcharte. Marcharte de mi vida.

Sí, dos minutos.
Porque eso es todo lo que podré soportar.

De otro modo correré a tus brazos y mi martirio comenzará de nuevo.

No quiero eso.
No quiero sufrir.
No te quiero a ti.

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